domingo, 22 de enero de 2012

... A nuestra suerte

Hemos dejado a los legisladores el poder de marcar las reglas. Hemos dejado a los jueces el poder de decidir como aplicarlas. En teoría lo hicimos así para vivir en armonía e igualdad. Ahora muchos legisladores aprovechan ese poder para lucrarse ellos y sus mas allegados. También muchos jueces, los de mayor grado de decisión, los del tribunal constitucional, son seleccionados cuidadosamente para que haya equilibrio de aquellos con tendencias políticas de uno y otro signo. ¿Pero no se supone que los jueces son imparciales? ¿Entonces como es tan importante que sean de izquierda o de derecha? Se me ocurre que, con tantas vergüenzas que esconder en el estamento político, mas allá de inmunidades, siempre es interesante tener en el tribunal los amigos suficientes para "velar" por los intereses comunes...a ellos.
Mientras tanto, para los ciudadanos de a pie, todo parece quedar lejano y casi fuera de toda responsabilidad. No recordamos ya que nosotros los elegimos, que nosotros marcamos las reglas y también somos cómplices. Siempre que nuestra indiferencia se camufle en una queja y no se sustituya todo por un análisis serio, sin bandos, y sobre todo responsable en un sentido profundo. Aquel que define que la indiferencia es la mayor de las culpas y que no hacer nada también es una respuesta... La de los que renuncian a vivir su vida y sus ilusiones y se acomodan a vivir una vida que no les pertenece acorde a las ilusiones de otros.

sábado, 7 de enero de 2012

...necesito tres vidas

Tres vidas. No acepto ni una menos para poder hacer todo aquello que quiero, necesito, sueño. Quiero una vida entera para aprender. Tener la posibilidad de leer, asistir a cursos, leer y más leer. Devorar todo aquello que otros descubrieron, procesarlo y asimilarlo, y sacar nuevas conclusiones. Mejorar la perspectiva de la vida desde la única manera posible, la del conocimiento. Ampliar las fronteras mentales y empaparme de saber. ¡Que gran satisfacción poder sentarse con todo el tiempo y saborear los nuevos conocimientos como si fueran una suprema degustación en un restaurante de lujo!.
Quiero otra vida para experimentar. Poner en práctica el saber. Enseñar. Interaccionar. Ayudar. Actuar. Moverme incansablemente alcanzando metas que crearan valor. Valor personal y valor hacia los demás. Entregar sin esperar. Una vida intensa, sin pausa, holística y renacentista. Ayudar a transformar en la dirección que cada uno desee. Una vida donde el conocimiento se filtrara desde la vida anterior. Vidas que se harían al mismo tiempo, en distintos universos, unidas con un impulso de energía que las comunique e inyecte de todo lo obtenido en la otra para potenciar ésta más aún.
La tercera vida es para tí. Encerrado en tu cuello disfrutando del olor que sólo la vida sabe crear. Calidez, armonía... la definición del hogar. Quiero saber cuánto cuesta el minuto en tu cuello y robar un banco si fuera necesario para poderlos pagar, uno a uno.. toda la vida. Esa vida la quiero pasar entera ahí. Sin nada en que pensar, sin nada más que hacer, tan sólo disfrutar. Respirar pacientemente esperando contagiarme de tu perfume, cantar en mi mente al ritmo de tu pulso, imaginar cuadros de mil trazos negros dirigidos por tu pelo azabache. Sentir una caricia de vez en cuando, para recordarme que no sueño, que solo vivo mi tercera vida en el paraíso hecho realidad.