miércoles, 6 de junio de 2012

... Vida sin recompensa

Hacia calor en aquella ciudad, en aquel barrio, en aquella habitación. El sudor transitaba por su frente y el humo del tabaco disfrazaba las gotas con una densa niebla. Humo y más calor aún. La garganta seca y poca agua...y demasiado alcohol. Una noche de esas donde él se obligaba a escribir, o más bien a deambular por delante de aquella vieja máquina, esperando que una fuerza sobrenatural comience a impulsar los dedos hacia la tecla adecuada.
El marco con la foto de ella aún quedaba cerca, pero esos ojos azules y ese vestido rojo miraban hacia la pared. No se atrevía a guardarlo en el cajón, por si fuera cierto aquello de que los tesoros más valiosos son aquellos que al guardar, al dejarlos de disfrutar, pierden todo su valor. Tampoco podía mirarla cara a cara.... todavía no.
Recordaba buenos tiempo, entre calada y calada, y se preguntaba por qué si recordaba lo bueno le venía un sabor tan amargo. Era el gusto de lo perdido, de ese caramelo deseado que nunca llega tras el postre, de ese helado que termina en el momento que más lo saboreas, de ese amor destrozado por un sueño.
Noche de sombras y humedad. Oscuridad sin misterio, madrugada sin hadas. Dolor perenne mientras la efímera vida de un cigarro se agota. Vida sin recompensa.

fotografia de  sociedadpoetasanonimos.blogspot.com


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